16 febrero 2015

Beneficios del ejercicio físico en enfermedades cardiovasculares

Una de las recomendaciones más importantes tanto para la prevención como para la modificación de los factores de riesgo cardiovascular (hipertensión, diabetes mellitus, hipercolesterolemia) y el control de las enfermedades cardiovasculares (cardiopatía isquémica, arteriopatía periférica, enfermedad cerebrovascular, etc.) es la práctica regular de ejercicio físico. Muchos estudios han demostrado el beneficio de la actividad física media-moderada durante 30 minutos 5 días por semana o de intensidad moderada-alta durante 20 minutos 3 días a la semana para prevenir las enfermedades cardiovasculares y también para reducir la mortalidad.

Además del beneficio para el control de las enfermedades cardiovasculares, el ejercicio físico mejora la condición física, la calidad de vida  y ayuda a prevenir otras enfermedades como algunos tipos de cánceres ( el de colon o el de mama), enfermedades óseo-metabólicas como la artrosis y la osteoporosis, los trastornos psiquiátricos como la depresión y ayuda también a la prevención de algunos síndromes geriátricos como la inmovilidad, el riesgo de caídas e incluso el deterioro cognitivo. Entonces podríamos decir que el ejercicio físico es beneficioso y altamente rentable para la salud en general.

La prescripción del ejercicio físico es aquel proceso de recomendación de práctica de una actividad física para que lo incorpore en sus hábitos o estilos de vida de manera sistemática y que se realiza a modo individualizado  teniendo en cuenta factores como el estado de salud de la persona y los intereses personales. Entonces la prescripción del ejercicio físico en enfermedades cardiovasculares tendría como objetivo la prevención de los factores de riesgo cardiovascular y las enfermedades cardiovasculares y mejorar el estado de salud o calidad de vida en pacientes con este tipo de enfermedades (rehabilitación).




Beneficios del ejercicio físico en enfermedades cardiovasculares

1. Prevención de la mortalidad de causa cardiovascular para cualquier rango de edad.

La inactividad física, además de ser un potente predictor de aparición de factores de riesgo cardiovascular y de enfermedades cardiovascuales, es un factor independiente de riesgo de mortalidad en enfermedades cardiovasculares como la diabetes tipo 2 y la cardiopatía isquémica. 


2. Prevención y tratamiento de los factores de riesgo cardiovascular


En diferentes estudios clínicos se ha demostrado que la práctica regular de ejercicio físico moderado (30 minutos de 3 a 5 veces a la semana) previene o retrasa la aparición de hipertensión arterial y  la diabetes mellitus tipo 2,un 36 y un 42% respectivamente. La reducción se observa en ambos sexos.  También se ha demostrado que la práctica de ejercicio físico con menor intensidad y menor duración ( por ejemplo ejercicio ligero-moderado, 10-20 minutos, 1 a 2 veces por semana) reduce, aunque en menor porcentaje, la incidencia de estos factores.

El ejercicio físico aeróbico produce una reducción aproximada de 10 mm de Hg, tanto de la presión sistólica como diastólica en individuos con HTA leve.

Un programa de ejercicio físico regular, adaptado y constante pacientes diabéticos ayuda a mejorar el control de la glucemia, a disminuir el riesgo cardiovascular y a retrasar la aparición de complicaciones.

El ejercicio físico es útil para prevenir el síndrome metabólico, siendo el beneficio mayor cuanto mayor es el volumen o intensidad del ejercicio y se adapta a cada individuo.

La actividad física ayuda a evitar la ganancia ponderal y evitar la aparición de sobrepeso y obesidad.  En pacientes obesos ayuda a reducir la morbimortalidad global, al control  de las cifras de presión arterial, a mejorar el perfil lipídico, y mejora la sensibilidad periférica a la insulina. Para conseguir una pérdida de peso de al menos 5-7% el ejercicio físico debe ser de alta intensidad (se dice que el ejercicio moderado es más útil para mantener el peso que para perderlo)-

Existe una correlación negativa entre tabaquismo y ejercicio físico.

La actividad física regular puede ayudar a disminuir la incidencia de hipercolesterolemia y a reducir los niveles de colesterol LDL y triglicéridos y aumentar los niveles de colesterol HDL en pacientes con dislipemias. 

2. Prevención y tratamiento de las principales enfermedades cardiovasculares

Cardiopatía isquémica

La actividad física ligera produce beneficio en el sistema cardiovascular. Ejemplos: Caminar 1 hora semanal redujo en un 50% el riesgo de enfermedad coronaria (referencia) , y una sola sesión semanal de ejercicio intenso redujo la mortalidad cardiovascular en un 39% en hombres y un 51% en mujeres (referencia)..

La incidencia de cardiopatía isquémica se puede reducir hasta un 33% con la realización de actividad física moderada 30 minutos al día 4-5 veces a la semana (referencia). 

El artículo de Medicina Clínica Prescripción de ejercicio físico: indicaciones, posología y efectos adversos, explica que en el estudio de Framingham se observó que en los mayores de 50 años con un nivel de actividad física moderada e intensa, la esperanza de vida en los hombres aumentaba en 1,3 y 3,7 años respectivamente y los años vividos libres de enfermedad cardiovascular en 1,1 y 3,2 años. En las mujeres, el aumento de la esperanza de vida fue de 1,5 y 3,5 años respectivamente y el aumento de años vividos libres de enfermedad cardiovascular fue de 1,3 y 3,3 años.

En prevención secundaria también es conocido el beneficio de la actividad física en reducción de la mortalidad cardiovascular (referencia) .


Enfermedad cerebrovascular

La incidencia de enfermedad cerebrovascular se reduce en aquellos pacientes que realizan ejercicio físico moderado hasta en un 31% (referencia).





Aunque conocemos que el ejercicio físico reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares su prescripción debe ser indicada por un profesional de la salud. Hay que tener en cuenta que, como cualquier recomendación o tratamiento médico, antes de su prescripción, deberán conocerse las indicaciones, la posología y sobretodo los efectos adversos o secundarios (para ampliar la información podéis consultar este artículo de la revista Medicina Clínica). El profesional de la salud será el que en función de la patología que presente el paciente y su situación actual recomendará el tipo de ejercicio a realizar. 

Para obtener información acerca de la prescripción de ejercicio físico puedes descargarte la GUÍA PARA LA PRESCRIPCIÓN DE EJERCICIO FÍSICO EN PACIENTES CON RIESGO CARDIOVASCULAR de la SOCIEDAD ESPAÑOLA DE HIPERTENSIÓN

Os dejamos también el siguiente documento de interés: Ejercicio físico y salud 

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