La dieta mediterránea tradicional se caracteriza por la ingesta de una gran cantidad de verduras, legumbres, frutas frescas, frutos secos y cereales (estos últimos tradicionalmente poco refinados), así como una importante ingesta de aceite de oliva, bajo aporte de grasas saturadas, un aporte moderadamente elevado de pescado (dependiendo de la cercanía del mar), una ingesta moderada de lácteos, bajo aporte de carnes rojas y la ingesta regular pero moderada de etanol, habitualmente en forma de vino y generalmente en las comidas.
La tríada de alimentos característicos de la dieta mediterránea la constituyen el aceite de oliva, el pan (representante de cereales y legumbres) y el vino.
PREDIMED es el acrónimo de un estudio de intervención nutricional a largo plazo, diseñado en España entre los años 2003 y 2011 gracias a la financiación aportada por el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII), con dieta mediterránea para evaluar su eficacia en la prevención primaria de enfermedades cardiovasculares, cuyo título completo es “Efectos de la dieta mediterránea en la prevención primaria de la enfermedad cardiovascular”.
El objetivo principal de averiguar si la dieta mediterránea suplementada con aceite de oliva extra virgen o frutos secos evita la aparición de enfermedades cardiovasculares (muerte de origen cardiovascular, infarto de miocardio y/o accidente vascular cerebral), en comparación con una dieta baja en grasa.
Los autores concluyeron que la dieta mediterránea suplementada con aceite de oliva virgen o enriquecido con frutos secos reduce la incidencia de episodios cardiovasculares mayores en personas de alto riesgo cardiovascular
En el siguiente enlace puedes consultar el contenido del ESTUDIO PREDIMED
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